miércoles, 6 de noviembre de 2013
Salvaje
Salvaje.
Ella mira en el espejo su imagen, y no se encuentra.
Su pelo revuelto mantenía su forma, su piel morena brillaba por el calor del sol tomado, de ese enero abrazador.
Su pecho jadeante, sus mejillas rojas, sus labios secos. Se mira, se desconoce.
Sus ojos negros bajan y sus pestañas son tupidos y rectos abanicos oscuros. Se recorre, se mira... no se gusta.
Se posa una paloma blanca en su ventana. Su Esperanza, siempre esperanza, la observa.
Su mirada se levanta, se mira, se observa, se toca.
Se detiene, admira, juega.
La tristeza... se disuelve en el aire.
(Imagen extraída de weheartit.com/)
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